miércoles, 1 de abril de 2009

Mi Primera Vez

Por fin llegó el día que tanto añoraba. Eran las tres de la tarde de un septiembre muy caluroso. Me arreglé con extraordinario esmero, traje chaqueta claro, top negro sin espalda, tacones, maquillaje cuidado, brillo en los labios, perfume de coco......sólo faltaba echar un vistazo al bolso...todo en orden.
Mi cómplice me acompañó hasta el lugar, no había nadie, aún era temprano. Ufff, mis nervios estaban a punto de estallar, mi pulso acelerado, sudaba copiosamente. Me daba la sensación de que todo el mundo que pasaba a mi lado me miraba, quería irme de allí, salir corriendo de ese lugar. Ya no estaba tan convencida de que aquello era lo que quería, estaba aterrada.
De pronto el se acercó, me había sonreído al pasar, era el, estaba segura, era una de tantas personas que iba a conocer en poco tiempo. Entré tras el, le miraba embobada, aterrada. Ansiosa saqué del bolso todo lo necesario, no quería hacerle esperar. Me quité la chaqueta y mi mano comenzó a trabajar con rapidez, veloz, tanto que al cabo de una hora me sentía desfallecer. El sudor corría por mi frente, por mis hombros, por mi pecho. No sentía la mano, el brazo me dolía. Sentía su mirada sobre mi, el sabía que era mi primera vez, más tarde me lo dijo. Le había provocado una ternura especial, me había notado nerviosa e inexperta a pesar de mi edad.
Pasadas dos horas estaba cansada, febril, esto no era para mi, cuando saliera de allí me daría por vencida, tenía unas ganas locas de llorar, apenas me había enterado de nada, tendría que repasarlo todo al llegar a la tranquilidad de mi casa. Lo malo era que me quedaban tres horas más....Dios mío, tres horas más de ese suplicio, y así día tras día durante tres años más....pero no me rendí.
En fin, han pasado los tres años, en junio terminé por fin mi carrera. Ha sido la experiencia más bonita, más dura, más enriquecedora de toda mi vida.
Mi paso por la Facultad de Ciencias Sociales me ha ayudado a cumplir uno de mis sueños, por fin tengo una carrera universitaria.
Ese primer profesor terminó siendo mi amigo, como el 99% de los profesores que he tenido. La experiencia de tomar apuntes fue traumática al principio, pero la superé en menos de una semana....todo tiene sus trucos....por lo tanto GAUDEAMUS IGITUR (alegrémonos pues)


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